Buenos Aires Peronista: PREAMBULO DE NUESTRA CONSTITUCION

sábado, 15 de noviembre de 2008

PREAMBULO DE NUESTRA CONSTITUCION

Nos, los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en Congreso General Constituyente, por voluntad y elección de las provincias que la componen, en cumplimiento de pactos preexistentes , con el objeto de CONSTITUIR LA UNION NACIONAL, AFIANZAR LA JUSTICIA, CONSOLIDAR LA PAZ INTERIOR, PROVEER A LA DEFENSA COMUN, PROMOVER EL BIENESTAR GENERAL Y ASEGURAR LOS BENEFICIOS QUE BRINDA LA LIBERTAD, para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino, invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia, ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución, para la Nación Argentina.

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CULTURA Y RECUPERACION POLITICA

La cultura americana es ante todo un modo:el modo de sacrificarse por América”Rodolfo KuschEncaminados por el actual proyecto nacional - encarnado por la presidentaCristina Fernandez de Kirchner - los argentinos empezamos a repensar el “nosotros”, esto es, nuestra esencia como Pueblo. Eso posibilita que, en el debate sobre los valores y el sentir social que los jóvenes militantes y cuadros políticos deben hacer, se tengan en cuenta como punto de partida en la búsqueda de recuperar la acción política como una acción colectiva afincada como hecho cultural.Para ello debemos replantearnos la idea de Cultura como acción colectiva puesta al servicio de un proyecto en común.Encontramos en el pensamiento de Juan José Hernández Arregui dichas certezas cuando plantea que: “Sólo una verdadera nación tiene intérpretes válidos, frutos del espíritu nacional que se autodesenvuelve y contempla a sí mismo en su ambiente histórico transformado por la acción. Y agrega que “de la comunión de valores nacionales y extranjeros deviene la cultura de un pueblo”.A eso sumamos el concepto nodal de Rodolfo Kusch: “Detrás de toda cultura está siempre el suelo” Esto es, el “peso” de tradiciones que permiten un arraigo a nuestra esencia del “permanecer”, el “estar aquí que nos diferencia del “ser” europeo.Pero ese “peso” no es estático, sino que interactúa constantemente. De allí podemos afirmar a la cultura como creación constante, ya que es afirmación práctica del espíritu del Pueblo a través de la acción política, de la militancia como respuesta y equilibrio en nuestra Comunidad.Y esa afirmación se materializa en la política como ciencia y arte que busca conjugar los intereses y deseos contrapuestos de una comunidad en pos de una síntesis en forma de proyecto colectivo.Para ello debemos recuperar aquellos valores constitutivos de un orden simbólico propio para conformar, o recuperar, el plexo axiológico a partir del cual el pueblo se constituye en una comunidad histórica que traza su propio camino, como surcos de siembra esperanzada en futuros florecimientos.Raúl Scalabrini Ortiz plantea el repensarnos desde nuestra originalidad de Pueblo multígeno. De un Pueblo único que debe revalorar su pluralidad de origen.Sostendrá que “El monógeno es por excelencia incomprensivo, intolerante y por lo tanto específicamente negado a la política y al ingenio que su realización requiere. El multígeno, el ser de orígenes plurales, tiene brechas abiertas hacia todos los horizontes de la comprensión tolerante… Los pueblos que se caracterizaron por su ingenio político fueron multígenos”.Esa originalidad es retomada en “El Modelo Argentino para el Proyecto Nacional” de Juan Perón cuando sostiene que: “Si nuestra sociedad desea preservar su identidad en la etapa universalista que se avecina, deberá conformar y consolidar una arraigada cultura nacional…este carácter de “propia” de la cultura argentina se ha evidenciado más en la cultura popular que en la cultura académica, tal vez puede separase de su destino histórico por un esfuerzo de abstracción, pero el resto del pueblo, no puede – no quiere – renunciar a su historia y a los valores y principios que él mismo ha hecho germinar en su transcurso”.En esta línea de pensamiento de raíz nacional encontramos la base para reimpulsar en concepto de la política, no sólo como la realización práctica de lo “justo, lo bello y lo bueno” helénico, sino como fuerza vital que encausa el Poder Popular que busca realizarse a través de la organización.Por eso que tras el derrumbe del modelo político impuesto hace algunos años se revalorice la acción política en las organizaciones sociales como acción transformadora, como reflejo de nuestros sentimientos y valores populares.En este camino que nos encontramos tenemos todo para ganar si las nuevas experiencias basadas en valores eternos mantiene la premisa jauretcheana de “pensar para realizar”, que en definitiva es la forma más tajante de jerarquizar a la más noble de las ciencias: La Política

Lic. Pablo VázquezInstituto Nacional Eva Perónbiblioteca@museoevita.org

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