jueves, 18 de diciembre de 2008

Proyecto de Resolución en repudio a la irregular maniobra de votos dobles efectuada por integrantes del bloque PRO en la Legislatura porteña

Dante Gullo: “Estas maniobras degradan la práctica política y erosionan la confianza popular en las instituciones”

El Diputado Nacional Juan Carlos Dante Gullo presentó hoy un Proyecto de Resolución para expresar su repudio ante “la irregular maniobra de los votos dobles efectuada por legisladores porteños pertenecientes al bloque del PRO”.

El Proyecto enviado hoy al Congreso Nacional manifiesta que la práctica ejercida “degrada la práctica política, erosiona la confianza popular en las instituciones e instala un ejemplo deleznable en lo que hace al cumplimiento de las leyes”.

La iniciativa, que también cuenta con las firmas de Claudio Morgado y María Lenz, hace extensivo su repudio “a la irregularidad cometida por un legislador de la Coalición Cívica en la votación de beneficios impositivos que favorecen a un determinado tipo de empresas”.

Asimismo, exhorta a “la Legislatura porteña a rever las leyes que hayan sido aprobadas a lo largo del período 2009 por un escaso margen de votos”.

En los fundamentos del Proyecto se explicita que “las irregulares maniobras descriptas así como las declaraciones de los responsables políticos de quienes las protagonizaron:

Erosionan la confianza del Pueblo en las instituciones de la Democracia Representativa.

Insultan la salud republicana que, trabajosa y paulatinamente, se ha recuperado a lo largo de los últimos cinco años.

Instalan un mensaje deleznable en tanto que son los funcionarios públicos y los legisladores quienes tienen la máxima responsabilidad de dar el ejemplo respecto del cumplimiento de la ley.

Degradan la práctica política en general y nos retrotrae a los cuestionamientos populares al respecto, cuya máxima expresión se pagó con sangre argentina en las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001”.






PROYECTO DE RESOLUCION

La H. Cámara de Diputados

Expresa su repudio ante la irregular maniobra de “votos dobles” efectuada el 4 de diciembre de 2008 por legisladores porteños, pertenecientes al bloque del PRO, en la sesión 33ª de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en tanto la misma degrada la práctica política, erosiona la confianza popular en las instituciones, hiere la salud republicana e instala un ejemplo deleznable en lo que hace al cumplimiento de las leyes. Lo cual debe hacerse extensivo al aval brindado por el Presidente del Cuerpo a la irregularidad cometida por un legislador perteneciente a la Coalición Cívica en la votación de un Proyecto de Ley relativo a beneficios impositivos que favorecen a un determinado tipo de empresas.

Asimismo, exhorta a la Legislatura porteña a rever las leyes que hayan sido aprobadas a lo largo del período 2009 por un escaso margen de votos.



FUNDAMENTOS

El 4 de diciembre de 2008, durante la 33ª sesión ordinaria de la Legislatura de la CABA, se votaba un acuerdo de cooperación entre la CABA y la Provincia de Chubut. De los 26 diputados del bloque del PRO, menos de 20 estaban sentados en sus bancas. Sin embargo, a la hora del recuento de votos, se registraron 22 votos positivos de legisladores pertenecientes al PRO.

El proceso de votación fue filmado mediante un sistema de video de circuito cerrado. Las imágenes del mismo evidencian que dos diputados oficialistas (PRO) emitieron un voto dos veces cada uno. Tal como manifiesta el periódico “Crítica” (13/12/08, pp. 4), “una vez por ellos y la segunda en la banca de otros compañeros que no estaban sentados”.

Los legisladores involucrados fueron Oscar Moscariello y Silvia Majdalani quienes emitieron su segundo voto en lugar dos legisladores pertenecientes a su bloque. Posteriormente (“Crítica”, 16/12/98, pp. 7), se evidenciaron otros dos casos similares a los ya descriptos. Los legisladores macristas Carlos Araujo y Fernando de Andreis pulsaron, además de los suyos, los botones correspondientes a Enzo Pagani y Marcelo Godoy.

De acuerdo con el reglamento de la Legislatura porteña, el voto de cada legislador es estrictamente de carácter personal -es decir, no puede delegarse bajo ninguna circunstancia-. Por su parte, según el Código Penal, este tipo de maniobra podría tipificarse como un delito contra la administración pública.

De hecho, el Código Penal expresa textualmente: “será reprimido con prisión de un mes a un año e inhabilitación especial por el doble de tiempo el funcionario público que ejerciere funciones correspondientes a otro cargo”. El acontecimiento sería asimilable -en términos éticos más allá de las figuras penales que correspondan- al protagonizado por un funcionario público que firma una Resolución en lugar de aquel a quien le corresponde firmarla e imitando su firma, independientemente de que el segundo esté en conocimiento o no del hecho. Y esto es tan evidente que, por ejemplo, en la Cámara de Diputados de la Nación resulta necesario que el diputado, a la hora de emitir su voto, se identifique con su huella dactilar.

Por otra parte, en el transcurso de la ya mencionada sesión 33ª, se aprobó un Proyecto de Ley el cual estableció la creación de un polo tecnológico a desarrollarse en los barrios de Parque Patricios y Nueva Pompeya. Las empresas que allí se radiquen tendrán una exención de impuestos. La oposición cuestionó el inciso “K” del artículo 2° mediante el cual se determinaba que los beneficios impositivos alcanzaran a las empresas denominadas “call centers” (centros de respuesta telefónica a los clientes de empresas de servicios) ya que las mismas no desarrollan tecnología. La votación en ese punto resultó empatada en 27 votos a favor y 27 votos en contra. Diego Santilli, legislador perteneciente al PRO y presidente del cuerpo, desempató la votación y anunció que el inciso “K” había sido aprobado. Pero en el recinto no había 54 diputados sino 55. Ello se explica -y se evidencia en el mismo video en el cual se ven los “votos dobles” de los legisladores del PRO- porque el legislador Guillermo Smith (Coalición Cívica), a la hora de votar no hizo nada. Es decir, no votó en contra, no votó a favor y tampoco manifestó su abstención con lo cual violó lo estipulado por el Reglamento de la Legislatura. Al respecto, el periódico “Crítica”, (13/12/08, pp. 5) expresa: “El ‘voto distraído’ de Smith no pasó inadvertido: fue el único legislador de la Coalición Cívica –y de toda la oposición- que no votó en forma negativa. Si lo hubiese hecho, los call-centers hubiesen sido excluidos de la ley. Con su maniobra estarán exentos del pago de Ingresos Brutos”. Frente al reclamo de legisladores que advirtieron la maniobra, el presidente del cuerpo, Diego Santilli, admitió que Smith no había votado pero desestimó el hecho, con lo cual avaló la irregularidad que, en la práctica, favoreció las intenciones del Bloque PRO respecto de beneficiar económicamente a los “call-centers”.
Independientemente de las evidencias fílmicas -o tal vez por ello-, dos de los legisladores mencionados reconocieron públicamente su responsabilidad. Un cronista del periódico “Crítica” (13/12/08, pp. 5), luego de escuchar una serie de justificaciones tendientes a minimizar la gravedad del acontecimiento por parte de Oscar Moscariello, le preguntó: “¿Pero se da cuenta de que es una irregularidad?”. Moscariello respondió: “No te lo puedo negar (…) Va a generar un escandalete (sic)”. Por su parte, Silvia Madjalani, respecto de la “delegación” de su voto por parte de otros compañeros de su bancada, afirmó que los mismos le decían “Turca, votame”. Estas declaraciones no sólo demuestran mucha frivolidad y un marcado desprecio por las normas que rigen el sistema democrático representativo, sino que también inducen a la sospecha respecto de la autenticidad y legalidad con las que fueron aprobadas otras leyes impulsadas por el PRO.

En relación con el acontecimiento descripto precedentemente, en el Juzgado Correccional Nº 9, el abogado Javier Miglino radicó una denuncia contra Oscar Moscariello y Silvia Madjalani por la “presunta comisión del delito de usurpación de identidad, delito contra la administración pública, tipificado en el Art. 246 inciso 3ero. Del Código Penal”.

Sin embargo, esta no ha sido la única reacción frente al hecho protagonizado por los diputados del PRO involucrados en la irregularidad. Declaraciones efectuadas tanto por miembros del oficialismo como provenientes de diferentes sectores del arco opositor resaltan la gravedad del hecho. La dirigente de la Coalición Cívica Margarita Stolbizer afirmó: “La votación trucha dejó al descubierto que el macrismo no tiene la seriedad ni la transparencia de conductas que la sociedad necesita. No hay diferencia entre lo que hace el PRO y el diputrucho menemista” (P12 del 15/12/08, pp. 5). Para Martín Hourest, del bloque Igualdad Social, “esto es la expresión de un proceso de degradación institucional de la Legislatura, que tanto en las formas de votar como en lo que se vota pareciera encuadrarse en una lógica del todo se compra-todo se vende”. (ib. ant.). Por su parte, la diputada nacional de la UCR Silvana Giudice expresó: “Es grave y preocupante que justo en la semana que se celebra el 25º aniversario de la democracia aparezcan emuladores del menemismo, que acuñó la plabra diputrucho” (ib. ant.). Por último, el máximo dirigente de la Juventud Peronista y legislador porteño Juan Cabandié dijo: “Este es un claro ejemplo de lo que representa el macrismo. Por un lado se venden como la nueva política y como hombres de gestión, cuando en realidad llevan adelante prácticas obscuras al mejor estilo del diputrucho menemista. Representan lo peor de la vieja política” (ib. ant.).

No resultan menos preocupantes para la salud republicana las declaraciones de los más importantes dirigentes del PRO. Federico Pinedo, jefe del bloque PRO en la Cámara de Diputados de la Nación, declaró a “Crítica” (16/12/08): “Si están los botones hay que apretarlos y a veces los políticos se van de mambo”. Por su parte, frente a los micrófonos de Radio Continental, Mauricio Macri, en su afán por justificar las irregularidades cometidas por los legisladores de su partido, afirmó que las sesiones de la Legislatura porteña son “maratones en las que nadie escucha (…) si corresponde que se vote de nuevo, o un apercibimiento, es un tema que debe definir la Legislatura ”, y prometió que “a partir de ahora este bloque será riguroso en respetar el reglamento” (“Clarín”, 16/12/08, pp. 10). Ante estas afirmaciones, no queda otra opción más que preguntarnos: y antes de ahora, desde hace prácticamente un año…¿QUE?. Es válido preguntarnos ¿cuántas leyes favorables a las políticas del PRO en la CABA fueron aprobadas mediante maniobras irregulares?.

Por nuestra parte, entendemos que las irregulares maniobras descriptas así como las declaraciones de los responsables políticos de quienes las protagonizaron:

Erosionan la confianza del Pueblo en las instituciones de la Democracia Representativa.

Insultan la salud republicana que, trabajosa y paulatinamente, se ha recuperado a lo largo de los últimos cinco años.

Instalan un mensaje deleznable en tanto que son los funcionarios públicos y los legisladores quienes tienen la máxima responsabilidad de dar el ejemplo respecto del cumplimiento de la ley.

Degradan la práctica política en general y nos retrotrae a los cuestionamientos populares al respecto, cuya máxima expresión se pagó con sangre argentina en las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001.

Por todas las razones expuestas solicito a nuestros pares que acompañen el presente Proyecto de Resolución.

Fuente: Secretaría Privada
Diputado Nacional J.C.Dante Gullo

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