martes, 30 de noviembre de 2010

Mas que grave


Gravísimo

Publicado el 30 de Noviembre de 2010



Los papeles de la Inteligencia dados a conocer por el sitio WikiLeaks comprueban que el kirchnerismo fue –y sigue siendo– objeto de interés permanente para el Departamento de Estado, como lo fue ese primer peronismo, salvando los distintos períodos históricos. Ambas experiencias –el kichnerismo y el peronismo– expresan una heterodoxia política, social y económica que a los estadounidenses les cuesta decodificar. Es bueno revisar la historia en estos casos. Los contextos son imprescindibles. Ya en cables secretos, fechados entre el 15 de octubre de 1951 y el 13 de agosto de 1952 –desclasificados por la jefa de Investigaciones de Tiempo Argentino, Cynthia Ottaviano–, la CIA enumeraba sus especulaciones sobre la política de Juan y Eva Perón: “Los futuros planes de Perón pueden también verse afectados por la salud de su esposa (…) El panorama de la Argentina no ha mejorado mucho. Es difícil imaginarse a Perón atravesar 1952 sin ayuda externa (…) Argentina siempre ha representado un problema especial para los EE UU (…) Cuando Perón asumió el poder intensificó el problema llevando a cabo una política exterior en desacuerdo con los EE UU e iniciando un programa revolucionario social y económico dentro de la Argentina que tuvo repercusiones en Latinoamérica (…) Se considera probable que su mujer Evita muera antes de que finalice el año. La situación genera nuevos interrogantes para los Estados Unidos. ¿Es realmente probable que caiga Perón? ¿Cuáles serían las consecuencias de su caída? (…) Perón tuvo dos fuentes de poder: el Ejército y la organización de los trabajadores (…) El desarrollo del Estado Peronista ha sido cumplido con uso total de técnicas de propaganda y también de censura y control sobre los medios de información (…) La prensa controlada de Perón ha convertido a los Estados Unidos y al capitalismo en un villano y ha tratado con benevolencia a la URSS y al comunismo (…) Políticamente la cooperación entre comunistas y peronistas es particularmente notable en el caso de un pequeño pero influyente grupo de comunistas disidentes guiados por Rodolfo Puiggrós (…) Los disidentes comunistas esperan que Perón pueda adoptar doctrinas comunistas si encuentra dificultades insuperables en su propio enfoque de Tercera Posición.”
En ambos casos, las coincidencias metodológicas y las preocupaciones son las mismas. Veamos, brevemente, qué dicen ahora, cuando “la mayor filtración de datos confidenciales de la historia de los Estados Unidos” –según el diario El País, de España– deja al descubierto las obsesiones, en tiempo real, de la primera potencia mundial: “Kirchner emplea para la ocasión una retórica de izquierda, populista (…) Eso no quiere decir que no tenga simpatía por la izquierda, sino que está completamente subordinada a sus intereses políticos y personales (…) La política exterior del gobierno se subordina a las consideraciones políticas internas (…) ¿Cristina llegará al fin de su mandato? ¿Kirchner toma sus remedios? ¿Cuáles son los detonantes de su cólera?”
De la minucia a las decisiones de envergadura, interesa ver cómo y de qué manera los Estados Unidos interpretan aquello que no controlan, ni entienden. En el ’45 y en 2010, también.
Conviene, a su vez, prestar atención a la similitud de agendas entre el Departamento de Estado y cierta oposición argentina, tanto política como mediática. La “inseguridad jurídica”, “el populismo”, la “ineptitud en política exterior”, el “control de los medios” y “la paranoia por el poder” son clichés que cotidianamente aparecen en Clarín, La Nación, Perfil (la prensa tradicional cartelizada) y en boca de media docena de dirigentes afectos a los relatos catastróficos.
Pensar que algunos vieron en la anunciada asistencia técnica del FMI para solucionar el problema del Indec un giro proestadounidense del gobierno. Mientras la oposición y hasta los funcionarios oficiales sigan orbitando en los medios de Magnetto & Cía para entender qué es lo que pasa, van a seguir equivocándose.
El mundo ya no es lo que era. Ahora las verdades, que antes demoraban medio siglo en ser descubiertas, se conocen en tiempo real.
Esta no deja de ser una buena noticia: también se puede reaccionar, en tiempo real.
Fuente: www.tiempoargentino.com

No hay comentarios: