domingo, 22 de febrero de 2009

A 63 años del triunfo!!! -24 de Febrero - 1946 -2009


A 63 años de la victoria en las elecciones nacionales del 24 de febrero de 1946 del nuevo movimiento nacional y popular de masas que había hecho eclosión en la jornada histórica del 17 de octubre de 1945 –el peronismo- los sobrevivientes la recordamos con renovada emoción y en esta coyuntura histórica que estamos viviendo creemos que merece unas particulares reflexiones, no motivadas por una mera nostalgia sino fundamentalmente para encarar con mayores bríos y esperanzas el presente y el futuro inmediato.

El gran triunfo previo de apenas cuatro meses atrás que, con las grandes movilizaciones en las calles y plazas de la nación y la paralización productiva habían alcanzado con fe y coraje la gran masa de los trabajadores y humildes argentinos -acompañados por un sector de las fuerzas armadas-, fue continuado con una rapidísima, nueva y variada organización política que confluyendo en el apoyo al coronel Juan Perón obtuvieron la victoria en esas elecciones, las más limpias que había conocido hasta entonces la República.

No sólo había derrotado a los sectores económicos internos y externos dominantes, sino también políticamente a una “Unión Democrática” donde habían coincidido todos los partidos políticos tradicionales, en un arco ideológico amplísimo que contenía desde las expresiones mas rancias del conservadorismo oligárquico hasta las izquierdas reformista y “revolucionarias” internacionalistas, con el apoyo de las potencias centrales triunfantes en la segunda guerra mundial y la batuta principal del imperialismo norteamericano, personificado en la figura de su embajador, que llevó a levantar la lúcida consigna de Perón o Braden, es decir en ese contexto: Patria o Colonia. Un sector encabezado por Perón del gobierno militar en disputa, no sólo había levantado la soberanía nacional sino también la justicia social, con discursos y fundamentalmente con realizaciones concretas y reconocimiento del protagonismo del sindicalismo en beneficio de la masa de los “descamisados”, y así en un brevísimo lapso ese sector y ese pueblo se unieron y potenciaron para dar nacimiento a un nuevo movimiento nacional y popular en este país periférico de capitalismo dependiente. Lo “nuevo” integrado por diversos afluentes había triunfado sobre una variada gama de lo “viejo”: reaccionarios, cipayos, retardatarios, posibilistas, pseudo vanguardistas internacionalistas.

Los acontecimientos históricos producidos desde principios de 1944 y el 24 de febrero de 1946, algunos siguen teniendo plena vigencia: la defensa de lo nacional está unida indisolublemente a la justicia social, ésta exige realizaciones concretas y no predominantes declamaciones, y sólo una fuerte organización popular de masas con predominio de los trabajadores en su sentido amplio garantiza la obtención y mantenimiento de nuestros objetivos liberadores. Sepamos ser dignos, incorruptibles y lúcidos continuadores de esos protagonistas del pasado argentino.

La obra social desplegada `por el peronismo entre 1946 y 1976, que no logró desmembrarse tras el golpe del 55, pero es preciso admitir que el cambio económico social registrado en los 40, periodo en el cual nuestra Patria pasó de ser una semicolonia agropecuaria a una Nación industrial de desarrollo medio, es determinante a la hora de proyectar lo que viene.

Finalmente, y el la misma dirección: otro de los objetivos del avance oligárquico e imperial de 1976 fue, precisamente, barrer del peronismo los elementos transformadores que estaban decididos a no retroceder en los beneficio alcanzados y a profundizar esos lineamientos hasta concretar una definitiva independencia. Entre el 17 de octubre de 1045. el Cordobazo del 69 y las jornadas del 19 y 20 de diciembre del 2001, el pueblo argentino ha ido aprendiendo que la autonomía en la toma de decisiones es un valor importante. Ese nuevo camino que se está abriendo con dificultades no podrá renegar de las victorias alcanzadas en otros tiempos, e irá elaborando un andar equilibrado, que le permita adoptar su propia orientación sin descartar la organización política y la lucha institucional. Ese equilibrio en la valoración será determinante. Porque las nuevas generaciones de luchadores militantes comprenderán que no nacieron del vacío, sino que encarnan las mejores tradiciones del movimiento popular argentino. De otro modo, si se impone la descalificación de las experiencias anteriores, tendrán que afrontar a tientas el futuro, porque un pueblo que cree no tener una historia digna se encuentra desguarnecido ante los nuevos desafios.

No hay comentarios: